Hoy en día vivimos en un mundo en donde las redes sociales y el contenido audiovisual son vitales para el éxito de una marca. Muchos “Content Creators” luchan por destacar en un mar de contenido, sin saber cómo transmitir la esencia verdadera de sus clientes a través de imágenes y videos convincentes.
La falta de contenido de calidad puede ser un obstáculo para las marcas que desean destacarse en las redes sociales y atraer a más clientes, pero ¿cómo hacer que mi contenido destaque y sea afín con lo que quiero comunicar?
Hoy te platicaré sobre mi proceso creativo a la hora de trabajar con marcas, desglosado en tres fases clave: preproducción, producción y postproducción.
Preproducción: Conociendo la Marca
La preproducción es la base de todo el proceso, y lo más importante es conocer a fondo la marca. Aquí es donde realizo la investigación necesaria: examino su historia, trayectoria, y el contenido que han publicado antes. Además, establezco una comunicación clara y asertiva con el cliente para entender lo que desea transmitir.
Es importante recordar que, aunque puedas tener ideas que creas que son increíbles, el contenido es para tu cliente, no para ti. Tu cliente siempre deberá ser el primer filtro de las propuestas que le propongas. Algo que te ayudará en la estrategia de contenido es ver qué están haciendo marcas similares te servirá como referencia e inspiración para tu propio trabajo.
Un consejo clave: si vas a grabar en una locación como un restaurante o local, asegúrate de hacer un scouting previo. Esto te permitirá visualizar mejor lo que puedes hacer el día de la grabación y te dará ideas que quizás no tenías en mente inicialmente.
Producción: Creatividad en Acción
Una vez aterrizada la idea y definida la estrategia, llega el día de la producción. Aquí es donde realmente puedes destacarte del contenido convencional que abunda en redes sociales. La clave está en pensar diferente y en buscar ángulos y encuadres poco comunes, siempre manteniendo la composición adecuada.
Durante la producción, ten siempre en mente que todo lo que grabes será el material que utilizarás en la postproducción. Puede parecer obvio, pero es sorprendente cómo muchos “Content Creators” se limitan a grabar lo planeado en la preproducción y se encuentran faltas de material a la hora de editar. Graba más de lo necesario, cada clip cuenta. Desde tomas amplias que muestren el entorno, hasta detalles cercanos que conecten de forma íntima con el espectador. Nunca sabes cuando algún clip extra te puede salvar.
Uno de mis tips más valiosos que he logrado entender a través de la práctica es que cada vídeo debe contar una historia, por más simple que sea, y una historia siempre tiene un inicio y un final. Piensa en cómo empezarás y cómo terminarás tu reel. Sin un inicio y un final claros, tu video puede parecer simplemente una colección de clips y no una narrativa coherente.
Postproducción: Darle Vida al Proyecto
En la postproducción, me pongo en el lugar de la persona que verá el contenido. Si en los primeros 3 segundos, tu video no te genera un impacto, es muy probable que tampoco lo haga en alguien más. La música juega un papel esencial aquí: selecciona una pista que encaje con la identidad de la marca y edita tus clips al ritmo de los beats (BPM) para darle dinamismo.
El diseño sonoro también es fundamental. La diferencia entre un video promedio y uno sobresaliente no está solo en la calidad visual, sino en cómo el audio complementa esa experiencia. Un buen audio puede hacer que el contenido sea mucho más atractivo.
Crear contenido audiovisual que destaque no es cuestión de suerte, es un proceso. Desde la investigación previa hasta la edición final, cada paso cuenta. La práctica y la experiencia te ayudarán a desarrollar tu estilo propio, así que sigue creando, inspírate de otros creadores y sobre todo, nunca dejes de crear.