Creemos que por trabajar en la industria creativa estamos en constante motivación, que no carecemos de la magia de la inspiración, y que todo el tiempo estamos pensando en ideas creativas, únicas y conceptuales para cada proyecto que nos van a llevar a la cima del éxito, pero no siempre es así.
El trabajo de buscar ideas e implementarlas en tus proyectos demanda un esfuerzo mental, que, si no estas en las mejores condiciones para ejercerlo, te será un dolor de cabeza por pensar en cosas nuevas mientras te esfuerzas por tratar de encontrar esa inspiración, y cuando vez que no sucede nada, te llega el bloqueo creativo donde todos hemos caído y, por ende, la maligna y perversa desmotivación.
Pero ¿por qué caemos en la desmotivación? La herramienta de trabajo de todos los creativos es nuestra mente, con ella podemos pensar en todas las ideas magníficas que se nos puedan ocurrir, y surge en momentos específicos; cuando estás en la regadera, cuando tomas un trago de cerveza, cuando intercambias pensamientos con otros creativos.
Pero no todo esto es ley, hay situaciones que te impiden en pensar ideas creativas que llegas a parecer un robot de mente cuadrada que solo está viviendo en piloto automático, y esto puede ocurrir por no dedicarle el tiempo y cuidado a tu cuerpo, por situaciones personales que no te dejan pensar, e incluso, porque el entorno de trabajo puede que no sea el adecuado. Sin embargo, hay que saber que la desmotivación no es indestructible, con algunas herramientas y tips podemos recuperar esa pasión y seguir creando.
Desde mi perspectiva, una cosa que me ayuda a no perder esa pasión y me hace estar motivado es reconocer mis logros. A menudo pensamos en lo que no hemos logrado, que dejamos a un lado lo lejos que hemos llegado, así que pensar en los éxitos que hemos hecho puede hacernos recordar nuestra capacidad para crear y darnos ese empujón que merecemos.
Esto no quiere decir que nos olvidemos de lo que no hemos logrado aún, por ello, el establecer metas a corto y mediano plazo nos ayudan a sentirnos motivados y nos brindan un sentido de dirección y propósito. A medida que vamos avanzando y palomeando esas metas sentiremos ese shot de dopamina que nos da ese sentido de recompensa y motivación.
Otra manera de ganar motivación es conseguirla por el camino de la inspiración. La inspiración la podemos conseguir de una salida al parque, conversaciones con compañeros, leyendo un libro, yendo a museos, viendo una película, e incluso viendo el trabajo de otros creativos en redes sociales o librerías visuales como Eyecandy. Ampliar nuestros horizontes explorando diferentes formas de arte y experiencias cotidianas, fuera de nuestra rutina, nos ayuda a crecer nuestro enfoque creativo.
Finalmente, una de las cosas importantes, y fuera de hacerlo por mantener la motivación, es el cuidado de nuestro bienestar físico y emocional. El ejercicio regular, la buena alimentación y el descanso son necesarios para mantener una energía en un día productivo revitalizando nuestra creatividad.
Al mantenernos enfocados en nuestras metas y proyectos, alimentar nuestra creatividad y cuidar nuestra salud, fácilmente podemos superar y salir de esa brecha de desmotivación, y como última instancia, debemos de ser responsables por mantener viva la motivación por nuestra labor creativa recordando que solo depende de nosotros alimentarla y mantenerla viva.